Centro de Educacion Emocional y Cultivo d e la Mente

 

 

El Poder de las Creencias

por Myriam Delfini

 

 

 

 

Hoy quiero compartirte un tema que ha sido de vital importancia en mi vida, las creencias.


- A los cinco años cuando vi a mi madre en medio de la noche colocar unas carteritas para mi hermana y para mí en los zapatos que habíamos dejado para que los Reyes Magos nos dejen sus regalos.

Solté muy dolorosamente mi creencia que los Reyes Magos existían.

Y ese día aprendí, que los adultos mienten.

 


- A los treinta años cuando mi hija de cuatro años falleció.

Solté muy dolorosamente mi creencia que los padres morían primero y acerca de la vida y la muerte.

 

Y ese día aprendí, de nuestra finitud.

 


- A los cuarenta y cinco años cuando un técnico de lavarropas no valoro su trabajo, Solté muy dolorosamente mis creencias acerca del dinero.

 

Y ese día aprendí a valorar mi tiempo y mi trabajo.

 


- A los cincuenta años cuando rompieron mi corazón. Solté muy dolorosamente mis creencias acerca del amor.

 

Y ese día aprendí acerca de las relaciones.

 


- A los cincuenta y tres años cuando desperté a otras percepciones.

 

Solté muy dolorosamente mi creencia acerca de los dogmas.

 

Y ese día aprendí quien soy.

 


Esta es una súper síntesis de algunos rompimientos de creencias.

 

Aunque cada una fue dolorosa, el punto más importante fue salir de una esclavitud mental, de la rigidez y que llego a mi desde el exterior.

 

Al cuestionarme y revisarlos pude hacerme cargo y responsable de las elecciones de pensamientos que tenía.

 

 

 

“Si te sientes dolorido por alguna causa externa.
No es eso lo que te perturba
Sino tu propio juicio sobre ella.
Y esta en tu poder cambiar ese juicio
AHORA!!”


Marco Aurelio

 

 

 

Creencias generadoras de poder

Durante miles de años, la gente sostuvo la creencia de que era imposible para un ser humano, recorrer una milla de distancia en menos de cuatro minutos.

 

En 1954 , sin embargo, Roger Bannister rompió esta imponente barrera.

 

 

Se dispuso a conseguir lo imposible, no solo mediante una excelente preparación física, sino también mediante la creación de referencias mentales que lo apoyaran en la creencia de que esto era posible.

 

 

Nadie había sido capaz de hacerlo en toda la historia de la raza humana, pero un año después que Roger rompiera esa barrera, ya lo habían conseguido treinta y siete competidores.

 

Esta experiencia les proporcionó referencias lo bastante fuertes como para crear la sensación de certidumbre (creencia) de que ellos podían “hacer lo imposible”.

 

Un año más tarde ya eran trescientos los corredores que pudieron hacer lo mismo.


¿Qué entendemos por creencia?


Sostenemos que una creencia es la interpretación que tenemos registrada, acerca de algo y vivimos desde un sentimiento de certidumbre.


Las creencias son juicios y por ende nunca pueden ser ni verdaderos, ni falsos, creemos que son simplemente válidos para la persona que los emite, dado que viven en ella y se manifiestan al exterior por medio de juicios.


Sin embargo muchas creencias son compartidas y por ende vividas como si fueran ciertas.


Las creencias, como todo juicio, tienen la capacidad de poner un mundo a tus pies.

 

A veces ese mundo te abre un espacio de posibilidades y a veces te lo cierra.

 

Por ejemplo si yo digo ” Yo soy una persona creativa” este juicio me deja en un espacio de posibilidades de creatividad mientras que si yo digo ” yo soy una persona poco creativa ” me deja en un espacio que me limita.

 

¿Y cuál de las dos es verdadera?

 

Ninguna. Hace un momento te decía que los juicios nunca son ni verdaderos , ni falsos, son simplemente válidos para la persona que los emite dejándolas en un espacio determinado.

 

Lo que importa es reconocer cuál de las dos nos deja con más poder.

 

Cuál de las dos nos posiciona mejor o cuál de las dos nos deja mejor parados en la búsqueda de nuestros objetivos, observando si nos fortalece o nos debilita.


Cuando yo digo “soy creativa” es porque me posiciono en un sentimiento de certidumbre respecto de mi capacidad de producir resultados creativos.

 

 

Cada uno de nosotros tiene un potencial interno superior a lo que cree y a menudo nuestra falta de certidumbre no nos permite desarrollar nuestra capacidad.


El elemento básico que constituye una creencia es una idea.


La idea es como una mesa sin patas.

 

Las patas que convierten en creencias, a las ideas son las referencias de que disponemos.

 


Por ejemplo cuando yo digo soy creativa, esta creencia se apoya en las veces que yo encontré una forma de producir resultados creativos.

 

 

Sin embargo seguramente si busco en mi interior también encontraré una cantidad de referencias de momentos en que no pude producir resultados creativos

 

 

Entonces lo que hace que una creencia sea limitante (negativa) o generadora de poder (Positiva ) es simplemente las patas que yo elijo para apoyarla.


 

Somos lo que pensamos
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos
Con nuestros pensamientos hacemos nuestro mundo

Buda

 

 

 


Podemos desarrollar creencias sobre cualquier cosa en la medida que encontremos experiencias suficientes (patas) sobre las que apoyarlas.

 

¿Cuáles son nuestras fuentes de referencias?


A veces nuestras propias experiencias personales y otras las que obtenemos del exterior.


La intensidad emocional ( relación con el placer o el dolor) que cargue cada una de esas experiencias influirá definitivamente en la solidez y fortaleza que tengan esas “patas” sobre las que las creencias se apoyan.

 

 

Otro factor que hay que tener en cuenta es el número de experiencias que apoyen una idea, a mayor número más fuerte será la creencia que formemos con ella.

 

 

Y una tercera opción será nuestra imaginación ya que el cerebro no tiene la capacidad de darse cuenta la diferencia entre algo imaginado vivamente y algo experienciado.


La pregunta que me aparece es ¿siempre encontramos experiencias positivas sobre que fundarlas? o a veces las apoyamos sobre experiencias negativas y nos conformamos con ellas pensando que son todas las que hay?

 

 

El problema surge cuando comenzamos a aceptarlas como si fueran ” reales” y dejamos de cuestionarlas.

 


La gente desarrolla con frecuencia creencias limitantes acerca de quiénes son y de qué son capaces.

 

 

Uno de los mayores desafíos que tenemos es reinterpretar lo que nos pasa cuando tenemos tantas referencias de dolor o fracaso que creemos que hagamos lo que hagamos no podremos mejorar la situación.

 

 

Esas creencias nos privan de nuestro poder personal. Lo que necesitamos es encontrar experiencias positivas para fundar nuevas creencias que hagan crecer nuestro poder y nos asistan en el logro de nuestros sueños.

 

 


Considero que necesitamos cuidarnos de no caer en tres tipos de generalizaciones respecto de nuestras creencias ya que nos pueden dejar en un lugar de mayor impotencia


Pensar que cualquier problema es permanente, o es capaz de controlar toda nuestra vida o, en lugar de hablar de nuestra forma de hacer, se refiere a nuestra forma de ser.

 

 

La Gestalt Transpersonal se enfoca en que puedas encontrar experiencias positivas que te sirvan para crear creencias que te generen poder.


Si desarrollas una absoluta sensación de certidumbre a partir de crear creencias fundadas en experiencias poderosas, podes conseguir virtualmente cualquier cosa que te propongas.

 

 

Solo tienes poder sobre la actitud mental y tus creencias y ellas son las que generan tu espacio de acción.

 

 

¿Qué pensamientos aumentan tu poder de acción?

 

Sostengo que las creencias tienen el poder de crear nuestro mundo y los espacios de acción que nos quedan a partir de ellos.

 

 

Te pido que hagamos un ejercicio juntos:


¿Cuales son las creencias que tienes frente a?:

tu forma de ser
tu forma de hacer
tus relaciones
tu cuerpo
tu trabajo

 

 

 

 

 

“Las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos son los factores que determinan nuestro éxito y felicidad en la vida.”

 

 

 



Observa que tipo de futuro “presagian” estos juicios que emites acerca de ti mismo y que posibilidades de acción te dejan disponibles.
Observa que mundo ponen a tus pies


¿Vives esas creencias como si fueran verdaderas y como si no se pudieran cambiar?


 

 

 

“El modo en que vemos las cosas es la fuente del modo en que pensamos”

Stephen Covey

 

 

 

 


Dado que A entonces B.
Sucede un hecho a partir del cual emito un juicio.

 

 

Vivo este como si fuera verdadero entonces me inhibo en la acción.

 

 

Ejemplo
Invito a una amiga al cine.
Me dice que no puede ir porque tiene un compromiso anterior
Juzgo que “no es cierto” lo que me dice ya que la última vez que le dije de salir me dio la misma excusa
Juzgo que no quiere salir conmigo.
Entonces decido no llamarla más.

 

 

 

 

“La fe mueve montañas, pero las dudas las construyen.”

 

 

 



Podemos desarticular este círculo vicioso:


Estando alertas a los juicios que emitimos y diferenciándolos de los hechos que los producen.
Limitando el juicio a un solo dominio de acción


Un empleado por lo general vacila en su forma de hablar por lo que piensa que es tímido, como es tímido no se anima a pedir el aumento que necesita.

 

Es diferente decir:
Yo titubeo cuando hablo con mi jefe

(esto suena a temporal)


Yo soy temido ( suena a que es para siempre y en todas las áreas de mi vida).


Generando acciones diferentes que nos permitan hacer aquello que pensábamos que no era posible.


Cambiando nuestra relación con el entorno.

A veces creemos que el mundo está en contra nuestra , es escaso y nos amenaza. En lugar de fluir con él nos ponemos en su contra y lo resistimos. “Somos lo que pensamos.

 

 

“Los pensamientos que elegimos son las herramientas que usamos para pintar los techos de nuestra vida.”

Louise Hay

 



Por otra parte ¿cuál es mi responsabilidad frente al espacio que creo para mí cuando vivo los juicios que emito como si fueran hechos verdaderos?


Genero un espacio donde me siento como una víctima a la que los demás le hacen las cosas y yo no puedo hacer nada frente a esas circunstancias.

 


Desde ese lugar me posiciono en la queja y en el estado de ánimo que genera la impotencia para accionar.

 

 

“Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto”

John Ford

 

 

 

Ahora bien, hay que destacar que nuestras creencias son programas mentales que hemos heredado, producto de nuestra infancia, educación y proceso de socialización, los vamos incorporando a lo largo de toda la vida y hacen que actuemos en una determinada dirección.

 

Nuestros padres (con sus palabras, gestos, expresiones, ejemplos) aportan todas las herramientas para aprender nuestras creencias.

Son programas que tienen una gran influencia en los tipos de lentes que se usan para mirar el mundo. Subconscientemente van a regir todas nuestras acciones importantes.

 

Al ser programas, podemos intervenirlos, modificarlos y obtener otras coordenadas que nos permitan interpretar la realidad desde otra perspectiva.

 

 

Parte de mi trabajo consite en acompañarte a que revises tus creencias.

 

 

Asistirte permite que podamos analizar y reconfigurar la estructura de las creencias de mis consultantes, ya que mediante este proceso, se identifican aquellas que pueden impactar positiva como negativamente en su crecimiento y en el logro de sus objetivos.

 

 

Al permanecer en el subconsciente, afectan la percepción que tenemos de nosotros mismos y del mundo que nos rodea:

 

¿Quiénes somos?, ¿cómo somos?, ¿quién es exitoso y quién no?, ¿en qué o en quién creo?.

 

Dependiendo de si las creencias son potenciadoras o limitantes, nos empujan, apoyan, o por el contrario, nos frenan, obstaculizan e impiden nuestro desarrollo y aprendizaje.

 

 

Tienen tal fuerza, que se convierten en una profecía autocumplida, conocido como el “Efecto Pigmalión”.

 

 

 

 

 

Éste tiene su origen en una leyenda mitológica griega donde el rey Pigmalión esculpió una estatua con la figura ideal de la mujer. A Pigmalión le gustó tanto su obra que quiso que se convirtiera en un ser real.

 

El deseo fue tan fuerte que hizo todo lo que pudo para conseguirlo. Pidió ayuda a Afrodita, la diosa del amor, la cual ayudó a que su sueño se hiciera realidad.

Así nació Galatea, su mujer ideal.

 

 

 

 

Si crees que tú puedes cambiar, cambiarás tu futuro. Creer es Crear.

 

 

Elijas lo que elijas, lo que está claro es que todo dependerá de la experiencia que quieras tener en la vida y de que la hagas vibrar desde lo profundo de tu corazón.

 

 

Ebook Liberate de la Dependencia Emocional

 

 

Si tenes alguna duda o inquietud

 

 

 

 

 

 

CENTRO ALMA GESTALT

"El Arte de Crear la Vida que Anhelas"